Un libro entretenido, que se lee en un par de días, y que resulta interesante, siempre visto desde el punto de vista de la muá, que últimamente sólo lee novela juvenil. Así pues, lo recomiendo para leerlo en un tren, o algún rato de estos muertos que te llevas algo que pese poco y no sea complicado ni aburrido.
La lectura de este apasionante diario de a bordo ha sido algo realmente soporífero. Pese a que odio dejarme los libros a la mitad, este me lo he dejado a dos tercios, pero realmente no he sido capaz de seguir cotilleando en la vida de la gente de Liliput, Lapuda y otros lugares que nunca exploraré. Quizá si me hubiera pillado esta versión infantil podría haber llegado al final del viaje mais, c'est la vie!
