viernes, 18 de enero de 2019

Una modesta propuesta

Este ensayo de Jonathan Swift es una crítica a la sociedad de aquel tiempo. Debido a la hambruna causada por la "crisis de la patata", había muchos pobres en la ciudad, y este autor propone que los ricos se coman a los niños pobres porque así, además de suponer un suculento planto para sus paladares selectos, disminuye el número de pobres en la zona y se podrá vivir mejor.
La obra no fue entendida en su momento, y por ello fue muy criticada. Sin embargo, el autor demostró reiteradamente su compromiso para con la sociedad del momento, hizo innumerables obras benéficas, participó en la construcción de un hospital, y por todo ello es un personaje muy querido en todo Dublín, donde hay una estatua de él en la catedral de Saint Patrick (y que no conseguí ver).
Como siempre, dejo un extracto que me ha llegado más profundo por algún u otro motivo:

Ofrezco por lo tanto humildemente a la consideración del público que de los ciento veinte mil niños ya calculados, veinte mil se reserven para la reproducción, de los cuales sólo una cuarta parte serán machos; lo que es más de lo que permitimos a las ovejas, las vacas y los puercos; y mi razón es que esos niños raramente son frutos del matrimonio, una circunstancia no muy estimada por nuestros salvajes, en consecuencia un macho será suficiente para servir a cuatro hembras. De manera que los cien mil restantes pueden, al año de edad, ser ofrecidos en venta a las personas de calidad y fortuna del reino; aconsejando siempre a las madres que los amamanten copiosamente durante el último mes, a fin de ponerlos regordetes y mantecosos para una buena mesa. Un niño llenará dos fuentes en una comida para los amigos; y cuando la familia cene sola, el cuarto delantero o trasero constituirá un plato razonable, y sazonado con un poco de pimienta o de sal después de hervirlo resultará muy bueno hasta el cuarto día, especialmente en invierno.

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